lunes, 29 de septiembre de 2008

Busque las diferencias

De estas dos imágenes, hay una considerada políticamente correcta y otra no. Analice las diferencias y posteriormente identifique cual es cual.



Solución:


Como bien habrá observado, en ambas fotos aparece parte del cuerpo de alguna joven de excelentes proporciones, luciendo unas cortas braguitas. Cabe destacar que en la imagen de la derecha, unos dedos se introducen sutilmente alcanzando el sexo de la modelo en cuestión. Debido a este detalle y a colación de una noticia recibida de la productora encargada de llevar a cabo la presentación de la película “Diario de una ninfómana”, me gustaría aprovechar la oportunidad para abrir debate sobre las nuevas formas de “dictadura moral” en nuestros tiempos.
Evidentemente, en una sociedad -tan hipócrita- como la nuestra, es considerada deleznable una referenciación al sexo tan explícicita, convirtiendo la imagen de la derecha en algo inaceptable como para ser expuesto en un entorno público. Sin embargo, la imagen de la izquierda -perteneciente a un anuncio de una conocida marca de ropa íntima- sí lo es.


Ahora presten atención al siguiente cartel:






Comprendo que pueda resultar embarazoso para un padre, caminar por la calle con su hijo de la mano, y tener que enfrentarse a la pertinente a la vez que inocente pregunta: – Papá, ¿qué es una ninfómana? -de todas formas, no debiera alarmarse demasiado por esto el padre, ya que en los días que corren, probablemente antes incluso tenga que preguntarle qué es un diario-. Cierto es que se trata de una incómoda pregunta, y que quizás este tipo de información no deba estar al alcance de un niño tan pronto -¿o tal vez si?, puede que lo importante sea saber trasmitir y no la información en sí misma- puesto que aún no esta preparado desde un punto de vista ético y moral para asimilar algo asi, pero lo que desde luego no podemos hacer es clamar al cielo, cuando al mismo tiempo, un gran tanto por ciento de la programación televisiva, que personalmente no la consideraría apta para menores, esta siendo emitida, reproducida frente a un público muchas veces inmaduro, y sin embargo son muy pocos los padres que hacen algo porque sus hijos eviten ver unos contenidos u otros, o al menos si los ven, les sean explicados de la forma mas correcta.

Además, España, un país en el que el consumo de pornografía es elevado (somos los segundos del mundo según Anesvad) al igual que el de la contratación de los servicios de damas de compañía, también llamadas prostitutas o comúnmente putas, resulta extraño que un elemento de marqueting propio de un producto del séptimo arte sea censurado. La noticia que quería comentarles inicialmente, es que en la ciudad de Madrid, se ha prohibido fijar este cartel en marquesinas y autobuses al considerarse que vulnera la sensibilidad del viandante.
Pero veamos, ¿cómo y quién decide lo que es apto o no apto para ser expuesto ante el público? ¿con qué derecho?, ¿se aplica este “algoritmo” de selección moral siempre por igual?.
En televisión por ejemplo, actualmente podemos observar spots publicitarios, como aquel en el que aparecen dos jóvenes desnudándose mientras avanzan hacia un apartamento, que por cierto, no es de ninguno de ellos, con pretensiones evidentemente sexuales. El anuncio en sí cumple su cometido, es morboso, rebelde, cargado de tensión sexual, etc. ¿Por qué este anuncio sí y sin embargo el otro no?. ¿Acaso las personas que caminan por las calles de Madrid no son las mismas que más tarde se sientan frente al televisor en sus casas? Es probable que la palabra “ninfómana” presente connotaciones demasiado peyorativas como para ser leída en primera línea de calle, muy bien, estoy de acuerdo, pero ahora veamos otro ejemplo de la doble moral. En nuestro adorable y rico léxico hispano existe también otra palabra, “puta”-sustantivo o adjetivo según se utilice- que suele constituir parte importante del vocabulario que habituamos a utilizar para decirle a nuestros enemigos lo mucho que les queremos y como muchos os habréis dado cuenta, cada vez es mas complicado encontrar serie en nuestras pantallas, en la que al menos uno de los personajes no sea una de ellas. Incluso no es de extrañar

Así pues, parémonos a admirar el mundo que nos rodea, para así descubrir que no hay nada aséptico por completo, y que por mucho que cerremos los ojos, si nos sentamos en un banco lleno de mierda acabaremos por mancharnos el culo. Seamos conscientes de la evolución social en la que vivimos, puesto que la represión de la libertad de expresión no es el camino y la masturbación ya no es pecado, es más, los pecados ya ni existen, solo lo legal y lo ilegal, lo moralmente correcto y lo incorrecto, todo esto simplemente porque somos libres, aunque no nos dejen creérnoslo alguna veces. Deberíamos empezar a plantearnos la sexualidad como algo natural, dejando de lado los viejos tabúes. Yo abogo por un desarrollo mas fino de nuestras capacidades para hacer uso de esta libertad, y por fin salir ya de una vez de este universo de la doble moral en el que vivimos... o se juega o se abandona la mesa, usted decide, pero no permita que nos vengan con pamplinas.

Espero sus opiniones